Cada vez es más difícil para los estudiantes universitarios españoles costearse el acceso a la universidad - y todo lo que ello conlleva (pago del alquiler, transporte, comida…) -. En palabras de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) “España está entre los países más caros para cursar estudios superiores y cuenta con un sistema de becas situado entre los más débiles e insuficientes de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”. Y vistos los últimos datos, esta tendencia de desequilibrio entre coste de matrícula y ayudas al estudio no hace más que aumentar año tras año.
El coste medio del crédito en las universidades públicas españolas era en el año 2009 de 13,85 euros. En el año 2015 fue de 18,51 euros. Como consecuencia, el pago de una matrícula universitaria completa ha pasado, de media, de 800 a más de 1100 euros. Esta diferencia significativa (casi 5 euros) del precio del crédito se ve acentuada con otro dato todavía más preocupante, la cuantía de las subvenciones públicas para el estudio.
Y es que la financiación media de las becas otorgadas se encuentra en los mismos niveles que para el curso académico 2006/2007 con 2.637 euros y con sólo un 27% de los alumnos recibiendo estas ayudas, dato muy inferior a la media del resto de países de la Unión Europea.
Desde la CRUE piensan que se deben hacer más esfuerzos para proporcionar a los estudiantes condiciones más igualitarias y proponen como medida para solucionar este problema establecer unos costes estándar por titulación, reduciendo así la diferencia de precio que existe actualmente según la región de España en la que se estudie.